La pena de muerte es una práctica que ha sido utilizada en diversas partes del mundo a lo largo de la historia.
En la actualidad, la mayoría de los países han abolido la pena de muerte o han limitado su uso únicamente a casos extremos, como crímenes contra la humanidad o terrorismo. Sin embargo, aún existen algunos países que mantienen la pena de muerte como castigo por diversos delitos.
Uno de los argumentos más comunes en favor de la pena de muerte es que se considera una forma de justicia para las víctimas y sus familias. Sin embargo, la realidad es que la pena de muerte no es un castigo equitativo, ya que no todos los condenados reciben la misma sentencia. Además, en muchos casos, los condenados pueden ser declarados culpables injustamente debido a errores del sistema judicial, lo que podría llevar a la ejecución de una persona inocente.
Otro argumento en favor de la pena de muerte es que se considera una forma de disuadir a otros de cometer delitos graves. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de que la pena de muerte sea más efectiva que otras formas de castigo para disuadir la delincuencia. De hecho, muchos estudios han demostrado que la pena de muerte no reduce la tasa de delitos violentos.
En España, la pena de muerte se ha utilizado con frecuencia durante siglos. Los verdugos españoles eran conocidos por sus métodos crueles de ejecución, como la decapitación con hacha, la horca y el garrote vil. Este último método era especialmente brutal y se utilizó durante muchos años para ejecutar a los condenados a muerte.
El garrote vil consistía en una silla con una barra de hierro que se colocaba alrededor del cuello del condenado. El verdugo giraba la barra para apretarla, causando una asfixia lenta y dolorosa.
Pero a pesar de la oscuridad de estas historias, hay algunos aspectos que resultan curiosos e interesantes.
Por ejemplo, el último verdugo español en ejercicio, un hombre llamado José Luis de las Heras, realizó su última ejecución en 1974, apenas unos meses antes de la muerte de Franco. Después de eso, el cargo de verdugo fue abolido oficialmente en 1983.
Es obvio que la pena de muerte no es un castigo equitativo y viola todos los derechos humanos fundamentales, pero inevitablemente forma parte de nuestra historia universal y como tal está plagada de relatos de lo más inquietantes y curiosos.
En este nuevo episodio de BFYM y como no podía de ser de otro modo, reviviremos alguna de esas historias de la mano de Xavi, que en esta ocasión nos trae los tres de los verdugos más famosos de nuestro país. Tres relatos de lo más surrealistas e impensables en la sociedad actual.
Así que, tal y como dice Xavi en el episodio de hoy, «Preparad vuestros cuellos, despediros de vuestros seres queridos, rezad lo que sepáis y abandonad toda esperanza porque los personajes de los que vamos a hablar hoy no están para ostias, vienen a cumplir con su trabajo y creedme que son muy muy eficientes«.
Como siempre, esperamos que os guste el episodio y no dudéis en dejar vuestros comentarios en nuestras redes.