Narraba Heródoto, Tucídides y sobre todo, Plutarco que el comandante y noble tebano Górgidas se encargó de crear una unidad de élite formada por 150 parejas de hombres, 300 soldados.
Cada pareja estaba formada por un conductor (heniochoi) y un aprendiz más joven pero capacitado para la batalla (paraibatai). El primero era el encargado de formar tanto en combate como en rectitud a su compañero. Parte de su adiestramiento consistía en el establecimiento de relaciones sexuales que generasen un vínculo irrompible entre las parejas para potenciar su ferocidad en combate. Al referirse a ellos, Plutarco escribió: «La unión entre amantes aumentaba su capacidad combativa».
Con esta estrategia se persiguió que todos combatiesen de un modo imparable con la intención de que sus amados no fuesen dañados. En caso de que uno de ellos muriese, garantizaban que los soldados siguiesen luchando como venganza personal. Gracias a la aceptación por parte de la legislación tebana, este batallón solo tendría que participar en batallas importantes, y no tendrían misión alguna en periodos de paz.
El batallón Sagrado de Tebas que así es como se le llamó, supone un caso único e inesperado en la historia militar. Este cuerpo de élite conformado por amantes homosexuales, aprendiz y maestro, se convirtió en una de las tropas más temidas de la Antigüedad. De hecho, la unidad permaneció invicta hasta la batalla de Queronea, donde el rey Filipo II y un personaje extremadamente conocido de la historia antigua arrasaron al batallón.
En este nuevo episodio donde como ya es habitual tratamos la historia desde un punto de vista diferente y en ocasiones hasta de forma irreverente descubriremos una de las historias más interesantes de la Grecia antigua. Hoy JF, nos lleva de viaje de forma magistral 400 años antes de la era común, concretamente a la Grecia clásica para explicarnos quienes fueron los integrantes de este batallón a los que se considera los auténticos 300.
Esperamos como siempre que os guste el episodio y no dudéis en dejar vuestros comentarios en nuestras redes.